como un tatuaje

O al menos esos es lo que inspiran las siguientes fotografías.
Son muchos los diseñadores que incorporan en sus colecciones el efecto tatoo. El impacto visual de un rico bordado se potencia con el juego de transparencias, consiguiendo que el verdadero protagonista sea el tejido y sus texturas.

Una idea atrevida pero muy sofisticada para una novia que huye de la imagen más clásica.

Desde las propuestas de Temperly London, pasando por Elie Saab o Valentino, estos son mis elegidos:

Alexander McQueen 2007. Una colección de hace ya unos añitos, pero completamente vigente...es lo que tienen los genios!. Me encanta el efecto de las mangas, completamente adaptable a un look más contenido.

Valentino Haute Couture 2012. Perfecta combinación de opuestos, la sutileza del tul de seda constrasta con aplicaciones propias de la artesanía popular (me ha recordado a los bordados en los lienzos de algodón de las abuelas).

Elie Saab. Especialista en hacer sentir a las mujeres como princesas, es un maestro en el manejo de la exquisitez más absoluta. Trabajos de bordados con cristales, pétalos de gasa o plumas, hacen de cada uno de sus diseños auténticas obras de arte. Completamente enamorada de esta espalda, en la que el bordado adquiere un efecto 3D gracias a las aplicaciones en relieve.

O esta otra imagen, procedente del Harpers Bazaar Rusia, en la que el frontal del vestido se troquela, consiguiendo un efecto tatuaje sobre el vestido, al que se superpone.

Temperly London. La espalda es la auténtica protagonista del diseño, gracias al juego de transparencias y la riqueza de sus bordados.

Valentino Haute Couture Spring 2013. Poco que decir de este maravilloso diseño. De líneas sencillísimas, el efecto se consigue gracias a un preciso trabajo de bordado con un resultado espectacular.